En 2012, una unidad del SAS mató a tiros a tres jóvenes y a un joven de 18 años mientras tomaban té durante una redada nocturna en la provincia de Helmand, Afganistán. El incidente causó tal indignación que las familias de las víctimas fueron representadas por abogados británicos. Esto llevó a la Real Policía Militar (RMP) a investigar por primera vez un asesinato en una redada nocturna del SAS. Luego, en octubre de 2014, el bufete de abogados Leigh Day afirmó que el Ejército Británico había asesinado a cuatro miembros de la misma familia durante una redada nocturna en su hogar en febrero de 2011. La RMP abrió una nueva investigación. Esta vez, un informante conocido solo por el seudónimo N1466 se presentó.
N1466 era una persona altamente creíble. Alertó a los detectives de la RMP sobre una práctica de “iniciación” de reclutas del SAS ordenándoles disparar a prisioneros y alegó que había una competencia sobre cuántas personas eran asesinadas. Cuestionó por qué se encontraban tantas víctimas en sus habitaciones y por qué sus armas estaban colocadas cuidadosamente “paralelas al cuerpo”. Una investigación de nuestro equipo de Insight revela hoy cómo la intervención de este informante destapó acusaciones de comportamiento ilegal por parte de soldados de las fuerzas especiales. La Investigación Independiente Relacionada con Afganistán, presidida por el Lord Justice Haddon-Cave, está tratando de establecer si hay pruebas creíbles de que el Ejército Británico mató ilegalmente a personas en Afganistán.
• Los asesinatos del SAS: cómo un oficial superior expuso un encubrimiento de crímenes de guerra
La mayoría de las personas apreciarán los desafíos extremos a los que se enfrentan nuestras fuerzas armadas y estarán agradecidas por su servicio. Pero la seguridad de los soldados puede verse afectada por la conducta de aquellos que los precedieron. Esta investigación debe poder llevar a cabo su trabajo sin impedimentos y revelar la verdad sobre lo sucedido.